Había pasado aproximadamente dos semanas desde su última
victoria ante los rebeldes. Ahora parecía irles más a favor la situación.
Luzmeria y Teravia las tenían bajo control nuevamente y Eriad ni su sequito se
habían pronunciado ante ello. Varios pensaban que ya había renunciado ante sus
estúpidas ideas de igualdad.
Vestido de ropa casual llega a una de las habitaciones a las
cuales había sido llamado. Una de las salas de reunión, La puerta se encontraba
ligeramente emparejada, a punto de abrir sin tocar la puerta logra distinguir
dos voces de aquella habitación.
¿?: ¡Por favor!- Solo les estoy pidiendo que-
¿?: ¡Callate de una vez! ¡Y deja de meterte en asuntos de hombres!
La última voz más autoritaria. Parecía no dar lugar a
ninguna replica y eso se notaba en un sollozo que comenzaba a sonar más fuerte.
No tuvo que abrir la puerta. Al poco tiempo, una mujer es quien lo abre. No se
anima a verlo y a pesar de que ella misma cubría su boca para callar su
lamento, podía notar un moretón bastante visible en uno de sus ojos. No le
dirige la palabra, solo se limite a irse rápidamente y él tampoco la detiene,
solo entra a la habitación y cierra la puerta.
¿?: ¿Acaso fuiste tú?
Pregunta sin emoción, observa fijamente al otro hombre quien
se encontraba más entretenido analizando la espada que tenía en sus manos que
en su presencia. No era un tono de reclamo, solo de curiosidad.
¿?: no. Fue padre, pero lo entiendo. Me está volviendo loco
con eso de rescatar a Heken.
¿?: *rueda los ojos, irritado*
sigue con lo mismo, ¿Quién mando a Heken a ser un idiota y dejarse atrapar así
de fácil?
¿?: da igual, debe entender por las buenas o por las malas
que no arriesgaremos nada por salvar a ese idiota.
Deja de mirarlo fijamente. Va a sentarse a una de las sillas
que había en el lugar.
¿?: me sorprende de hecho, madre
siempre ha sido más sumisa ante padre y entendía cuando un no era no, todo esto
de Heken la ha vuelto más insistente.
¿?: eso es lo menos que me inquieta.
Finalmente se anima a verlo. Suelta la espada, posándola a
un lado de la mesa. Extiende un mapa que se encontraba enrollado a su lado.
¿?: todos ustedes subestimaron lo que les dije. Hasta padre.
Les advertí que debían de terminar más pronto con todo este juego absurdo antes
de que se prolongara más tiempo de forma innecesaria.
¿?: *mira con atención el mapa*
tenemos de nuevo a Torunea, Teravia y Luzmeria. Los Empiure ya fueron
amenazados con cerrar los portales si intervenían y al parecer eso ha hecho que
tanto ellos como Eriad dejen de ser un problema. Los grandes señores de Celeradise,
los que verdaderamente importan han jurado de nuevo su lealtad a nosotros, no
entiendo a que-
¿?: *señala con una vara el mapa* Rosenea se resiste, al
igual que Monohu y Canheun.
¿?: *mira con atención*
¿?: les advertí, puede que Eriad ya no sea un problema, que
realmente, eso lo dudo… entre que vemos sí lo es o no, la realidad es que a
raíz de todo esto y por no actuar bien ni dejarme ayudar con las
planificaciones han surgido más idiotas que se creen con potencial de quitarnos
nuestro lugar. *le extiende una hoja de papel*
¿?: *la toma* … ¿qué?...
¿Galvared y Garé-Leon?
¿?: fue lo mismo que pensé.
¿?: tsh… esos estúpidos
moralistas…
¿?: de alguna forma ellos han sido suficientes para
alimentar una esperanza con o sin Eriad. Podre exterminarlos claro, pero me
habría gustado que todo esto ya tuviera un fin más pronto… *vuelve a señalar un
punto en el mapa* mientras ellos cuidan esas zonas, iré a reclamar y acabar con
la rebelión de Pridemi de una vez. Por más “importantes” ilusos que sean
Galvared y Garé-León, no podrán proteger ahí también.
Antes de que el otro pudiera dar una palabra más alguien
toca la puerta. Le dan el permiso para entrar y por esta aparece un hombre bien
vestido con uniforme correspondiente.
¿?: príncipes, les informo que
su padre, el rey Ashwin, está por llegar…
.
.
La junta donde se platicaron los próximos movimientos no fue
larga, ya tenían algunos días con su objetivo en mente por lo que solo tenían
que organizar mejor el como sería todo. Al cabo de unas tres horas, los
generales al mando ya tenían indicaciones y se preparaban para llevarlas a
cabo.
En el cuarto más decente que tenía el patio donde se
guardaba todo lo que necesitaban para las batallas se encontraba el príncipe
mayor, terminando de ponerse la armadura especial que llevaría. Cuando abre la
puerta nota que su padre estaba por tocar. Lo mira con un gesto de reproche que
el ignora complementa. Le pasa por el lado para seguir avanzando, pero mantiene
un paso lento para que su padre lo siguiera y pudieran hablar.
Ashwin: en serio irás entonces.
¿?: dije que lo haría, entonces lo haré.
Ashwin: deja que uno de los
generales lidere. Para eso están finalmente, tú como príncipe heredero no
tienes por qué arriesgarte. Son ellos los que tienen la responsabilidad de
arriesgar la vida por nosotros.
¿?: sí, y por esas mismas palabras no me interpuse los
primeros días de esta absurda rebelión. Tantas cosas se habrían evitado.
Ashwin: ya hiciste mucho
organizando-
¿?: iré.
Ashwin: *suspira frustradamente*
… ¿por qué piensas que Eriad no se ha rendido? No se ha tenido noticias de él
en estas semanas. Seguro renuncio como el cobarde que es. Y los otros caerán en
cuestión de días. Esto ya está resuelto.
¿?: sí Eriad ya renuncio, nos habrían devuelto a Haken. Sé
que no es tu hijo preferido, pero eso habría sido una señal de olvidar todo
esto y volver a como antes. Si lo mantienen cautivo es una señal. No sabemos
sus próximas movidas, por eso es mejor acabar con los otros 4 antes de que se
complique más todo esto y se unan definitivamente a Eriad. Al menos tenemos la
ventaja de que todos creen él renuncio.
Ashwin: hm…
Varios soldados ya se encontraban movilizándose una vez
llegaron al patio principal. El príncipe se acerco a su caballo.
¿?: lo que dije en la reunión también fue en serio. No digo
que participes, pero encargale bien esa actividad a quien mejor la pueda
llevar. Han pasado ya 2 semanas desde la muerte de esas dos rameras
traicioneras… *mira hacia las estrellas* Debemos encontrar quién es Piscis. Y
hacer lo mismo con Sagitario en cuanto se prendas las estrellas de nuevo. *mira
a su padre* usarlos nos caería bien… también por “si las dudas”… intenta
encontrar a esa anciana y a su hijo. Servirán de precaución.
Ashwin: sí, lo estuve pensando…
sé quiénes podrán buscar.
¿?: *sube al caballo. Mira hacia
algunas personas* tenemos la suerte de que Cáncer pudo mejorar en esta semana…
*mira hacia su padre* no tardaremos en volver… y por cualquier cosa, mantén tu
anillo cerca, tampoco sabemos bien la próxima movida de los Fiels traidores. *avanza*
El rey solo se limita a verlo mientras se aleja.
.
.
.
.
.
//en otra región de Celeradise// [un día antes de la junta de los Charberien]
Toda una calle llena de escombros. Donde antes había casas
ahora solo había ruinas. Unos chicos exploraban la zona, en búsqueda de algo
que pudiera servirles. Entran a algunas casas destruidas a ver si encontraban
algunos suministros. Revisan estantes o el suelo, finalmente, uno encuentra
algunas latas de comida que no duda en guardar, revisando otro cajón encuentra
algo de medicamento que igual se apura a guardar.
El llamado de su otro compañero le hace dejar lo que hacia
para esconderse. A lo lejos se veían más guardias reales.
Usan uno de los escombros para esconderse, esperando que no
quieran revisar justamente la casa donde se encontraban. No se animan a salir,
los guardias se encontraban cada vez más cerca. Se alarman al notar que
vigilaban bien la zona, volteando a los techos de las casas, detrás de las
paredes, moviendo escombros. Una total inspección a detalle. Se abrazan
conforme notan que uno de ellos se encuentra revisando la casa que estaba
frente a la suya. El que venía al lado de dicho guardia empieza a avanzar a la
suya. Contienen el aliento. Uno de ellos incluso cierra los ojos mientras el
otro sigue observando, pensando en donde más pudiesen esconderse o sus
probabilidades de huir vivos de ahí.
Pero todo fue tan repentino.
Una flecha impacta en la cabeza del guardia quien revisaba
la casa de en frente. Esto lo nota su compañero quien decide volver a revisar a
su compañero, no tarda en hacer sonar un silbato que alerta a los demás
haciendo que se acerquen. Una nueva flecha le impacta ahora él, matándolo al
instante. Los guardias recién llegados se disponen a disparar al techo de la
casa donde provenían las flechas. Dos de ellos corren con intenciones de entrar
a la casa por si el rebelde intentaba escapar. Las balas son respondidas con
más flechas y otras balas. Fuego cruzado.
A punto de rodear la zona, uno de los soldados nota muy
tarde como un artefacto silencioso va hacia ellos, termina en sus pies. Alerta
muy tarde, pues pocos segundos después el artefacto explota.
Ambos chicos salen corriendo una vez esta más controlada la
situación.
¿?: *sale de una de las casas.
Va a revisar los cadáveres* (tan cerca…)
¿?: *se
asoma por uno de los escombros* ha, te dije que iba a funcionar. *sale*
¿?: *mira hacia la casa donde
habían ido los otros soldados a inspeccionar. Tiene el reflejo de ir
rápidamente, pero sus pasos se detienen en seco*
¿?: *yendo a donde ellos junto a
otros* ¿Eso es lo mejor que tienen esos soldados? *dice con una sonrisa en el
rostro* mira que fue fácil matarlos.
¿?: ya sé
:D
¿?: *cruza los brazos* no. No es
lo mejor que tienen, claro que van a mandar lo peor a una zona que ya creen
condenada.
¿?: *cruza los brazos* siempre
tan-
¿?: te recuerdo que todo esto.
*alza los brazos* fue provocado por Capricornio y Cáncer. No nos hemos
enfrentado a lo mejor de su bando…
Silencio entre todos
¿?: … hm…
¿?: hm… menos mal… *pasa por el
lado de ellos* porque, apuesto que cuando las cosas empeoren, huirás como el
niño rico y miedoso que eres… justo como el otro.
¿?: hm-
Marcel… *mira a su otro compañero* … *mira a Marcel* espera. *va con él al
igual que los demás*
¿?: *respira profundamente* …
*los mira avanzar* …
No se anima a responder, ni a seguirlos por ese momento. Se
limita a acercarse a los guardias y revisar lo que tengan. Agarra algunas
municiones, mapas y demás cosas que traían.
.
El día había acabado, afortunadamente no habían sucedido
bajas de su lado lo cual eran increíbles noticias. Reunidos en uno de sus
escondites tienen la oportunidad de relajarse un rato, al menos mientras no les
tocara la guardia. Tampoco podía darse totalmente ese lujo de distraerse. Sin
Eriad, eran la amenaza número 1 de la corona y no eran ingenuos, los recursos y
la atención estaban principalmente sobre ellos. Lo bueno era, que mucha gente
confiaba en ellos, en la causa que manejaban por lo cual no estaban solos.
Varias personas les ofrecían su ayuda de forma genuina.
¿?: ¿A caso, siempre que los deje
ir a los dos juntos me tocará escuchar reportes de que discutieron?
Hablo el mayor de todos, un poco acusatorio, más no enojado.
Marcel: bah, la gente exagera.
No discutía con el riquitillo esta vez. Solo hicimos algunos comentarios
inofensivos y eso fue todo.
¿?: (=.=U) tengo que darle la
razón… *cruza los brazos* solo dije que esa “victoria” no era tan importante
como la estaba manejando. Mientras no se pueda decir que vencimos a un
escuadrón liderado por un Zodiacal y al Zodiacal en cuestión no es una victoria
tan remarcable…
Marcel: y yo le dije que seguro
cuando lleguen las importantes él estará oculto en su mansión.
¿?: ya veo… aún así. *se sirve algo
de agua de un jarrón que se encontraba en la mesa* necesito que ese tipo de
“diferencias” las tengan lo menos posible, la gente nos necesita ver bien y en
sintonía. Debemos ser quien de el ejemplo… Tal vez sea cierto que no sea la
gran victoria de victorias, pero hay que seguir motivándolos, que vamos por el
buen camino.
¿?: *mira hacia la mesa* …
entiendo…
¿?: y Marceel. Si ellos dos siguen
luchando a nuestro lado a pesar de ya tener batallas difíciles debe de ser una
señal de que sus sentimientos para con nuestra causa son genuinos.
Marcel: pff… Eriad también
parecía tener sentimientos genuinos por nuestra causa y ¿Dónde está ahora? Lo
salvaron, gente sacrifico su vida por él, ¿para qué? Para que saliera huyendo a
Alesdria a esconderse y no volver más…
¿?: no podemos asegurar que el
ya no está-
Marcel: por favor Riquitillo. 2
semanas han pasado desde que no se sabe nada de él. Supongo que vio la realidad
y huyo-
¿?: haaa ¿ven a lo que me refiero?
Basta, basta de todo esto.
Dice mientras lleva una de sus manos a su frente. Parecía
que le estaba empezando a doler la cabeza. Los dos dejan a un lado lo que
hablaban para mirarlo. Uno de ellos preocupado.
¿?: … *deja de mirarlo* … ¿Cómo
le va a Leroy y Boris en Pridemi?...
¿?: … es más difícil sacar
información desde que Wayna también se fue… pero… lo que he podido conseguir, a
base aunque sea de rumores y lo que he visto/escuchado yo… *los mira* tal
parece que están pensando en ir con generales de importancia más los
zodiacales, pero no sabemos exactamente quienes…
Los dos se quedan más serios ante lo dicho.
¿?: … ¿Es verdad que cáncer se
ha recuperado de sus heridas?
¿?: *suspira pesadamente. Asiente
con la cabeza*
Marcel: los malditos de Rinc,
Qadira, Joon y Meng… bueno, maldita sea.
.
.
//Pridemi// [la
mañana siguiente de la junta de los Charberien]
El tiempo avanzo, la noche estaba finalizando. A penas una
tenue luz se iba asomando por el horizonte que reflejaba la llegada del sol.
Un grupo de soldados seguía su camino. Habrían elegido esa
hora en especifico pues era lo suficientemente temprano para no levantar tantas
sospechas al enemigo. Prestando atención, el mismo Zodiacal de Aries iba a
cargo de ellos. Confiaban en sus reflejos para avisarles de cualquier cosa que
pudiera frenarles el paso o ponerlos en peligro.
Se tenía estimado que la mitad del territorio hostil de
Pridemi había sido tomado del bando del rey Ashwin, sin embargo, tenía pocos
días que se les había informado que una nueva oleada de rebeldes se estaba
resistiendo nuevamente y no dejaban que la toma total de Pridemi se diera. Todo
eso por uno de los líderes que fue hace poco a ayudar.
Pasando por territorio seguro para ellos aún así mantenían
su concentración al paisaje.
Su paseo tranquilo se vio perturbado cuando una espesa
niebla les empezó a estorbar. No era común en esas épocas del año, por lo que
solo había una respuesta. Todos los soldados se pusieron a la defensiva por
ordenes de Aries quien bajo de su caballo. A sus pies repentinamente llegaban
lo que parecían ser granadas. Previendo esa situación los soldados con material
especial para estas se posicionaron sobre estas cubriéndolas con un ligero
escudo que evitaría que la detonación fue letal para todo el grupo. La mayoría
pudo detener la explosión, pero otras lograron su cometido, reduciendo un poco
el número de soldados habilitados para pelear.
A los lados, aparecen los rebeldes quienes atacan a los
guardias que parecían estar más desprevenidos.
Comienzan entonces los disparos de ambos bandos. Balas,
flechas, algunos poderes, las bajas seguían en aumento. Uno de los rebeldes
parece llamar más la atención, parecía ser quien lidera el movimiento a su vez
que era quien más vidas cobraba de sus enemigos. El Zodiacal por su cuenta,
también estaba eliminando a varios rebeldes, hasta que ambos se encontraron.
¿?: (Aries)
Meng: ¡oh! Déjame adivinar ¿Eres
tú el famoso Garé-Leon que traiciono a su clase? Sí, esas orejas caídas y ojos
morados… difícil de confundir.
El rebelde no responde. Avanza rápidamente a Meng con un
sable en manos para intentar hacerle un corte mortal, pero este con sus poderes
se quita donde estaba para aparecer atrás suyo, logra, de un movimiento, evitar
una patada que le hubiese hecho caer de rodillas.
Meng: niño privilegiado. No
estás hecho para la guerra.
Repone postura inicial. Sigue intentando hacerle daño con su
espada. Al menos lo mantiene lo suficientemente distraído.
Sin aparecer, habiéndose mantenido en su lugar de escondite,
apunta con su arma hacia Meng. Garé-Leon se deja dar un golpe que le derriba,
con tal de hacer que Meng dejara de desaparecer. Eso parece funcionar, pues
ahora este parece más entretenido en pisarle la muñeca para no dejarle retomar
el arma.
Meng: tu y tus molestos
campesinos acabaran ¿En verdad pensaban que así son rivales para los
Zodiacales?
¿?: idiota.
Viendo la oportunidad, jala del gatillo para disparar… pero
un golpe detrás suyo hace que el disparo se desvíe. No mata ni hiere de
gravedad a Aries como era la intención.
Meng: *se sujeta el brazo* tsh.
¿?: ¡ (Boris)
Garé-Leon se repone de inmediato aprovechando el dolor de
Meng para quitárselo de encima. Toma su sable con la rapidez que logra darle un
corte por la pierna. Intenta de reojo ver a donde estaba su compañero, pero no
puede distraerse tanto con eso teniendo a un zodiacal contra él.
Boris después de su disparo fallido voltea rápidamente con
su arma para empezar a disparar a quien le haya hecho desviar su ataque
inicial. Un escudo se prende para poder protegerse de los disparos, claro,
tenía que ser un general de confianza de Ashwin. Avanza aún protegido por el
campo, Boris no tiene más opción que ir a campo abierto, donde la batalla se
estaba dando. El general no lo sigue, más se enfoca en ir hacia los otros
tiradores que estaban atacando fuera del campo de batalla para ser él quien los
eliminara.
Enfrentarse a alguien que tenía como poder el aparecer y
desaparecer tan rápido a voluntad era difícil, más tomando en cuenta que no
tenía poderes para contrarrestar eso, aún así, Garé-Leon era muy hábil con su
sable y eso le había valido para herir un poco más a Meng pero el resultado no
estaba siendo aún así favorable para él. Mira alrededor notando lo que pasaba.
Por el momento todo estaba conforme al plan todavía. Seguía esquivando los
ataques de Meng a pesar de ser difícil adivinarlos. Otra complejidad es que el
maldito parecía sanar demasiado rápido, la herida que le había hecho la bala y
él mismo con su sable ya no estaban tan visibles. Estando a punto de recibir un
golpe certero en el rostro alguien logra darle un disparo por la pierna. Meng y
él voltean para ver al responsable. El mismo Boris. Enojado por haber sido
interrumpidos, va directamente hacia él mientras le lanza bolas de energía que
a penas está siendo capaz de esquivar. Garé-Leon intenta seguirlos de cerca,
pero unas cuantas mandadas hacia él lo atrasan.
Afortunadamente para ellos, la neblina vuelve una vez más,
cubriéndolos de nuevo. Garé-Leon intenta seguir los rastros de luz que causaban
la energía de Meng, quería llegar rápido para ayudar a Boris sí lo necesitaba.
Solo tenían que resistir un poco más antes de la retirada.
Darles suficiente tiempo a los demás para irse de Pridemi. No tenía sentido
pelear ahí si la mayoría del territorio ya les jugaba en contra.
La niebla estaba llegando en el momento oportuno para poder
retirarse.
Un poco más.
Hasta que un comunicador sonó.
“Ranjit, Aries. Pueden dejar el
escuadrón en el que están. Diríjanse inmediatamente al principal”
Suspira frustradamente al no tener más tiempo y oportunidad
ahí para acabar con la vida del más problemático. Tuvo que ir hacia el general
para ambos desaparecer. Ya no era necesario estar ahí.
Garé-Leon buscaba dentro de su campo de visión al Zodiacal
pero no lo encontraba, a penas y había escuchado lo que le dijeron por
comunicador ¿Era verdad que se habían marchado? Aún así seguía encargándose de
los soldados de la realeza que llegaban a ir hacia el. La niebla por un momento
se detuvo, eso no estaba dentro del plan. Miro alrededor notando que los
guardias reales habían muerto en su mayoría. Algunos otros se habían rendido.
Parecía incluso que habían ganado aún sin buscar realmente
eso.
Boris: ¡Lerooy! ¡Casi muero!
Voltea para ver al hombre correr hacia él. Al menos parecía
estar bien e intacto, solo asustado.
Boris: primero ese hombre aterrador todo terreno y luego el
zodiacal- mira que haber sobrevivido todo eso-
Leroy: *le da unas palmadas a su hombro* me alegro que
estés bien, pero esto… es raro. *mira hacia lo lejos en dirección de la entrada
principal de Pridemi* … no deberíamos estar cantando victoria. No era nuestro
objetivo…
Boris: … bueno, nuestro objetivo era evacuar nuestra gente
de aquí. Con algo de suerte ya eso lo consiguieron.
Entonces el muchacho de ojos violetas casi palidece al
instante. Mira alrededor casi desesperado.
Leroy: tenemos que ir con ellos
¡ahora!
Dice al mismo tiempo que empieza a correr hacia otro lado,
intentando reagrupar en el camino a los de su escuadrón que todavía quedaban.
Boris lo sigue tan rápido como puede, pero sin entender del todo.
Leroy: ¡Van con ellos!
Y entonces cobra sentido.
.
.
.
A penas habían podido llegar a tiempo para darles el anuncio
de lo que se avecinaba. Si bien no querían perder del todo Pridemi, tener que
pasar con cuidado por Torunea fue una advertencia de que iban a lidiar con más
de lo que podían soportar en ese momento. Pridemi no era seguro de todos modos
a diferencia de otros lugares donde todavía tenían más dominio por el momento.
A penas llegaron con Leroy y Boris quienes eran los que estaban vigilando ahí
platicaron de lo que vieron y llegaron a un nuevo plan.
Era mejor que todos aquellos que tuvieran voluntad de pelear
todavía fueran por una mejor oportunidad donde todavía la había. De paso
podrían mover a las personas que no quisieran caer ante la inminente entrada de
los Charberien a ese lugar. El viaje les había tomado tiempo y evacuar a tantas
personas nunca ha sido sencillo. Leroy y Boris irían a ganar tiempo, lo más que
se pudiera con otros voluntarios. El enemigo debía de creer que estaban
peleando con todo para que fuera creíble.
Pero que gran error.
A penas estaba en marcha su plan, de hecho se podía decir
que estaban evacuando bien ya por la otra salida de Pridemi, pero fue ahí que
todo empezó. La gente empezó a correr más deprisa, algunos empujando a la
salida y todos regresando a Pridemi. Fue cuando una onda de energía bastante extensa
y afilada impacta por la parte de arriba de las casas de algunas casas,
cortando sin problemas y haciendo que los escombros cayeran.
Ese poder. Era Qadira.
Marcel y el otro líder estaban coordinando todo, intentando
que fuera lo menos vistoso posible pero ahora todo se había arruinado. Tendrían
que enfrentarlos.
Los habían tomado algo desprevenidos y eso lo sabían.
Mientras algunos huían, otros se quedaban a pelear contra los soldados que
había. Un número en contra muy desalentador. Ahora solo sería aguantar lo mejor
posible para ver que alguno pudiera salir de ahí.
Mantuvieron la línea y respondieron como pudieron al ataque.
Lo malo es que Leroy y Boris se habían llevado a buenos combatientes.
Un nuevo ataque a otra casa donde se veía más tumulto de
gente, los escombros cayeron hacia los suyos y los soldados por igual, parecía
que no les importaba. Usando su mazo especial Marcel se hacía camino entre los
soldados, y entonces por un momento lo puede ser. Algo alejado, pero ahí
estaba.
El primogénito de Ashwin. Ni siquiera se atrevía a acercarse
a pelear tal cual. A su lado, escoltándolo estaban esa maldita de Qadira y
Rinc… Qadira desde su posición arrojando ataques a donde le mandaba el
príncipe. Y al desgraciado le estaba resultando bien.
Entre toda la gente que tuvo que aplastar, se cruza con su
compañero.
¿?: este es el peor escenario
posible. No hay forma de que consigamos repeler todo esto.
Marcel: ¡oh! ¡Entonces huiras!
Suponía que-
¿?: ¡Callate! ¡Estoy aquí!
Haciendo lo que puedo.
Marcel: (tsh- a este paso de
todos modos todos caeremos)
Alguien se acerca a gran velocidad hacia ellos sujetando un
arma blanca de largo alcance, Marcel logra interponer su martillo evitando el
ataque y mandándolo más lejos. Al verlo mejor se notaba que era uno de los
generales. Da un golpe al suelo con su martillo logrando levantar algunas
piedras y pedazos de escombros y los golpea fuertemente para mandarlos a este.
El general prende su escudo para evitar los ataques, pero lo pesados de los
mismos no le dejan avanzar. Es Marcel quien camina directo a él mientras sigue
haciendo lo mismo. Su compañero vela que nadie se interponga, Por un momento el
escudo se torna de color rojo. En vez de usarlo, el general lo quita y se
aparta de donde estaba recibiendo los escombros, para ahora atacar con el arma
que tenía.
El color rojo de un escudo habría sido solo una señal que no
paso desapercibida por el príncipe desde donde estaba. Enfoca su mirada a su
general. A su lado ya habían llegado Meng y su otro amigo y general. Habiendo
cumplido con su parte.
¿?: Así que ahí están los
líderes…
Qadira: *lo mira* puedo ir yo y
matarlos de una. O matarlos desde aquí. *mira hacia ellos* puedo buscar algún
edificio lo bastante cerca para que los escombros los maten.
¿?: Mata al campesino, si
gustas, pero al otro no. *mira a Meng* lastímalo un poco y tráelo ante mi. Seré
yo quien lo ejecute.
Meng: *lo mira* (agh. Pero acabo
de volver)
Rinc: ya oíste.
Meng: (tss… bueno, si no pude
con uno, entonces con ese) *desaparece*
¿?: con dos de sus líderes
muertos, más la caída definitiva de Pridemi, ni aunque el mismo Eriad vuelva
recobrara el espíritu de las personas. *sonríe levemente* … la casa rosa con
naranja. *señala*
Qadira: *mira la casa para luego
mandar una onda a esta para cortarla*
.
.
Haciendo lo que podía, lograba que nadie interfiriera en la
batalla que estaba teniendo Marcel contra el general. Con un fuerte y preciso
golpe lo había mandado hasta la pared de una casa. Dejandolo muy malherido de
seguro. Acercándose para terminar con el trabajo el ataque de Qadira derriba la
parte de arriba de la casa cerca a ellos. El general, astutamente se cubre con
su escudo.
Lo que ve es el escombro cayendo a Marcel.
¿?: 0.0 ¡Marcel!
Corre en su dirección. Pero antes de avanzar más alguien
aparece frente suyo. Lo repentino de todo hace que no pueda quitarse de un buen
golpe que le da el recién llegado al rostro. Se queja de dolor mientras lleva
una mano a su nariz.
Meng: (supongo que su majestad
querrá que se lo lleve más débil, para asegurar que no haga nada…)
Se acerca de nuevo al chico, este ahora se pone a la
defensiva levantando su arma. Uno de los zodiacales había finalmente ido hacia
ellos entonces. Sujeta mejor su espada para ir hacia este a intentar cortarle, su
oponente desaparece y aparece a su lado para pegarle por las costillas. A penas
y alcanza a esquivar, pero el otro de nuevo ya había desaparecido para aparecer
a su otro lado, pegándole a la rodilla para hacerlo perder el equilibro. No
cae, pero Aries le agarra la muñeca bruscamente para con un movimiento rompersela
y hacerle soltar su espada, y sin una postura firme, finalmente cae de rodillas
mientras suelta un quejido de color.
Meng: oh vaya. El otro dio más
problemas. Sin duda se notaba que eras un rico inútil después de todo.
El otro lo mira a los ojos sin más intenciones de pelear.
Para incertidumbre de Meng, sus ojos ámbar se vuelven de color cian.
Meng: (¿y eso?... hm- en fin. Ya
puedo ir con el príncipe)
Al ver sus intenciones de sujetarlo por el cuello, se deja
caer hacia atrás para alejarse y mejor levantarse de un movimiento. Meng
fastidiado iba a seguirlo, pero sus reflejos le advirtieron de alguien más que
corría hacia él con espada en mano, dispuesto a decapitarlo. Se quita
rápidamente de ahí evitando tal cosa.
¿qué no había terminado su pelea con ese?
Meng: (¡lo que me faltaba el
otro niño rico!)
Delante suyo el joven con el que se había enfrentado minutos
antes. De nuevo haciendo el intento. Fastidiado quiere usar su poder para ir al
lado de Galvared. Pero al momento de aparecer termina al lado contrario del que
quería.
Meng: ¡ *voltea* (¿Qué?)
El joven Galvared aprovecha para darle un buen golpe en la
cara con su mano sana. Que le hace caer de espaldas ante lo imprevisto. Viendo
que recoge algo del suelo, vuelve a desaparecer… pero termina, de nuevo, en un
punto que no quería.
Meng: (¡No puede ser! Fue él,
¡¿no es así?!)
Mira enfadado hacia Galvared. Notando que este ahora tenía
una pistola, seguro fue lo que agarro del suelo, y le dispara. Esquivando los
disparos, su costumbre le hace desaparecer nuevamente ante una bala que estaba
por darle en la cara.
Lo malo es que aparece al lado de Garé-Leon, quien estaba
listo con sabl en mano.
Sin mucha duda y con un ágil movimiento, lleva su sable al
cuello de Aries, cortándolo.
Ambos se miran, respirando agitadamente ante toda la
conmoción de lo que acababa de suceder. Lo que hicieron no paso desapercibido.
Muchos habían visto. Uno de los soldados reales se acerca a ellos con algunos
picos de hielo dispuesto a mandarlo, pero antes de avanzar más a ellos, un
enorme martillo le da por la cabeza, matándolo al instante. Ambos voltean.
Marcel seguía vivo, pero en un muy mal estado. Avanzan rápidamente a él,
Galvared le ayuda a caminar mientras Garé-Leon ataca a quienes quisiesen ir contra
ellos.
El chico de ojos purpura mira a lo lejos, Qadira estaba
bajando de su caballo y parecía con intenciones de acercarse junto al otro
general que antes había estado con Meng. No era que pudieran hacer mucho más,
solo algunos pocos habían escapado antes de estar completamente rodeados y sin
esperanza. Él había gastado su ultimo sello de teletransporte para llegar a
tiempo a ayudar a sus compañeros más cercanos. Mira fijo a Qadira.
Siente que una persona lo toma del hombro, de reojo y casi
en cámara lenta mira que algunos “papeles” van directo hacia sus compañeros y
algunas otras personas de su lado.
Un destello de luz lo enceguece, pero cuando abre los ojos
están en otro lugar. Mira alrededor. No más soldados reales ni escombros del
campo de batalla, pero seguían cerca.
Boris: ¡Ahora sí! ¡esos fueron mis últimos sellos! ¡vámonos
antes de que se les ocurra seguirnos o buscarnos que no estamos lejos!
Un poco pasmado es otra persona quien lo debe tomar del
brazo para dirigirlo a su caballo. Mira atrás notando que más personas ayudan a
Marcel.
Todos toman un caballo o su transporte más adecuado para
empezar la retirada.
Boris había logrado salvar a muy pocos junto a ellos.
Y aún así tantas vidas se perdieron.
.
.
.
Tuvieron que dividirse en algunos grupos para evitar llamar
la atención. Quienes habían sobrevivido por los sellos de Boris, se irían a la
región más cercana de Celeradise, en ese momento era más seguro que los vieran
sin ningún líder que los pudiera delatar como rebeldes.
En un punto intermedio, donde se veían algunas casas pobres,
encontraron refugio con personas que simpatizaban con su causa. La casa era
pequeña y se estaban hospedando todos en la sala. Marcel siendo el más herido,
se encontraba acostado en el sillón, siendo atendido por la hija del matrimonio
que les había ofrecido refugio.
Leroy y los otros dos se encontraban sentados en el comedor,
mientras intentaba vendar su muñeca herida.
Boris: … Es un tanto cómico. Leroy y yo estábamos
preparados para recibir daño físico por todo esto del plan… y ustedes salir
ilesos por eso de la evacuación. Al final fue al revés. Ustedes dos heridos y
nosotros más sanos.
¿?: … sí, gracias por recordarlo
-n-U
Y desde la sala se escucha, claro que tenía que quejarse de
eso.
Marcel: cállate, idiota.
Significa que no peleaste.
Boris: ha y sin embargo estamos acá por mi. De no ser así,
se habrían enfrentado a Qadira en estas fachas y déjame decirte: no habrías
durado ni minutos contra ella… *suelta una risita* y eso que es una simple
mujer… pero que miedo da…
Leroy: *rueda los ojos* solo
callen…
Dice sin molestarse en mirar hacia ninguno de ellos. Más
concentrado estaba en su amigo. Vendándole la nariz que igual parecía estar
rota.
¿?: *suspira* y sí salí bastante
mal herido…
Leroy: fue por ti que pudimos
con Meng… además, con venda y todo, te ves bien.
¿?: ha je, ¿gracias?
Un carraspeo incomodo desde la sala. Ambos voltean a ver a
Marcel quien les mira.
Marcel: o.ó … al menos podrían
esperar a que este más recuperado antes de que empiecen con sus
homosexualidades -.-U
¿?: ja, ja. Que gracioso.
La llegada a la sala de los señores de la casa les hace
parar la discusión. La señora de la casa visiblemente afectada, mientras que el
señor camina rápido hacia la radio. La hija los mira, parando por un momento de
atender las heridas de Marcel.
Señor: e-esto lo estábamos escuchando- pero ustedes también necesitan
oírlo.
Los nervios eran palpables. Los 2 líderes y Boris se acercan
a escuchar lo que estaba pasando. En la radio se escuchaba la voz del príncipe
heredero.
La caída de Pridemi ante
nosotros es una muestra más de nuestro poder. Su causa esta perdida. Así como
recuperamos esa región en solo cuestión de días tengan por seguro que será lo
mismo en las otras. Que los sobrevivientes que pudieron escaparse como ratas
les cuenten lo que fue enfrentarse a la justicia de la familia real.
La tensión va creciendo.
No tienen aliados fuertes.
Alesdria, Maruelia y Endaief se mantendrán al margen de todo este problema. No
tienen los recursos ni la gente para seguir solventando esto. Tanto así que ni
su líder original está ahora para ayudarlos como había prometido. Eriad los ha
dejado... Su patética lucha acabara pronto, por las buenas o malas. Si no
quieren sufrir consecuencias más grandes, les invito a rendirse. Si lo hacen,
les prometo que no tendrán represalias. Aun es tiempo… solo pido la cabeza de
sus otros líderes inferiores. Incluso, quien tenga información de ellos tenga
por seguro que será bien recompensando. Hablamos de Gunnar Veneoth, Marcel
Jakal.
Los otros dos nombres siguientes parece escupirlos con más
odio.
Leroy Garé-Leon, Liam Galvared.
Boris: … (gracias a las estrellas no me consideran uno de
los líderes e.èU …)
Y Boris Bragfel,
Boris: *no evita pegarse en la frente*
Reflexionen bien mis palabras.
Y todo acaba ahí.
El silencio invade la sala. Todos con su mirada pensativa.
Sabían que perderían Pridemi, pero no el costo de eso y menos como se estaban
llevando las cosas.
Todo parecía jugarles en contra en ese momento.
Boris: *suspira* ¿“Líder”? yo era más bien su asistente
principalmente para evitar esto y-
Liam: Boris… ahora no…
Boris: hm… *mira hacia la familia* necesito un trago, ¿tienen
alcohol?
El matrimonio se mira y luego a Boris. La mujer asiente y va
hacia una de las gavetas.
Señora: ¿alguien más?...
Leroy: … creo que a mi también
me serviría…
Boris y Leroy van al comedor nuevamente para poder tomar del
vaso de vino que les ofrecían. Liam se acerca, se sienta junto a ellos, pero no
bebe nada.
Después de terminar de vendar finalmente a Marcel, la hija
se levanta para cambiar de estación. Donde normalmente se llegaban a recibir
noticias de como iba la rebelión, por un largo momento solo la estática los
acompaño hasta que un mensaje empezó a resonar. Debido a los ánimos nadie
estaba prestando atención más que ella. Marcel se había dormido.
Leroy: … se está perdiendo esto…
Liam: no debemos demostrar que
nos afecta… debemos de mostrar algo de confianza al menos. Cuando lleguemos con
Gunnar de seguro ya tendrá algo en mente.
Boris: de preferencia que sea algo para que nosotros dejemos de
estar en la lista negra de esos desquiciados. *toma de un trago lo que tenía en
su copa. Se sirve más* ese príncipe vaya que los odia.
Liam: a sus ojos somos una
especie de traidores. No teníamos clase baja, entonces no necesitábamos esta
rebelión… y aquí estamos, supongo que es por eso.
Boris: sí… verdad.
La más joven de la casa se acerca a ellos. Al principio le
restan importancia.
R: ¿lo que
dijo Gunnar es cierto?
Y ahí es cuando los 3 la miran.
R: ¿Leroy y
Liam pudieron matar al Zodiacal de Aries?...
Liam: (¿Eso se puede saber tan
rápido?... supongo que Gunnar está haciendo uso de sus poderes- pero wow…)
Boris: así es. Ellos pudieron.
R: *sonríe*
… entonces, tal vez no todo este perdido… si ustedes pudieron… es buena señal.
Entonces Gunnar se las estaba manejando para mantener la esperanza con sus simpatizantes. Esperaban que fuera suficiente.
Buah e3e Sin... palabras. Cuantos movimientos. Y... Un tocayo de Liam? Aww X3 No me lo mates!! D:<
ResponderEliminarEjem, en fin... uvu Muy interesante u3ù Estoy felíz al menos hayan salido de Meng u3ù Pésima representación de mi signo. Que bueno le mataron -3-/ Eriad! Acaba y aparece! D'X